La Transición de la Sensibilidad al Pecado |
viernes, diciembre 30, 2005 |
El hombre en el Universo: El gran dilema de su existencia; Desde que el mundo es mundo el hombre se pasea sobre él, dominando a todas las demás especies, imponiendo su ley, subyugando poco a poco a todo lo que le rodea: la naturaleza; y paulatinamente aprendiendo las reglas del juego en el que se vio involucrado desde su aparicion, sin invitacion (por supuesto), para poder, a medida que aprende las reglas, jugar el juego de la naturaleza, controlarla cada vez mas, al punto de controlar el clima, robarle territorio al mar, crear formas que no existen en la naturaleza: definitivamente el hombre es diferente, y aunque no es absoluto, es el único capaz de ejercer un cierto dominio, aunque muy incipiente todavía, sobre la naturaleza. Sin embargo, el hombre es parte del sistema –es la única pieza de éste capaz no solo de entender, sino de manipular (no cambiar) las reglas del mismo para su interés, sea bueno o malo—y no el creador del mismo. El hombre siente lo que sentiría un alfil que amanece un dia en un tablero de ajedrez, sin saber siquiera como moverse. Desde que el hombre existe es consciente de que el universo que lo rodea es complejo, tan complejo que probablemente los parámetros físicos dentro de los cuales el hombre está diseñado para funcionar seguramente no alcancen, es decir, probablemente el hombre físicamente no puede entender el universo. Pero este no es el tema al que quiero llegar, lo importante aquí es que el hombre se sabe la pieza mas importante del sistema, el joker de la baraja, pero no se siente absoluto, sabe que de jugador a creador hay una gran diferencia, un constructor no será jamás igual a un diseñador. Desde su génesis, el hombre ha vivido admirado por el mundo que lo rodea, desde su propio cuerpo, hasta las estrellas que ve al anochecer, y a medida que esa admiración le va haciendo conocer más y más --y muy importante, a darse cuenta que entre todos los seres vivientes, solo él puede razonar, aprender, reír, llorar, soñar, imaginar y cantar—en lo mas profundo de su ser sabe que nada de eso apareció por arte de magia...Albert Einstein dijo una vez que Dios no juega a los dados, y a pesar de que el azar es fundamental a niveles que ni siquiera nos imaginamos, el orden que existe en el universo es tan deliciosamente complejo que es casi obvio que hay algo mas allá, algo que, semejante al relojero que echa a andar su reloj para luego mirarlo funcionar, estableció unas reglas en este universo que no se pueden violar. Las leyes de la Naturaleza son inviolables, simplemente son los reglamentos del juego, el porqué son de tal o cual manera, no lo sabemos (por ejemplo: ¿por qué el sol sale por el oeste y no por el este?) , pero son tan armoniosas entre ellas que solo nos queda estudiarlas para cada vez maravillarnos más. Lo que me extraña del hombre, y he tenido que escribir una página completa para llegar a ello, es el conflicto que durante milenios ha creado entre su moral y las leyes de la naturaleza. Como parte de la naturaleza que somos—de hecho una de las más importantes, pareciera casi que el mundo entero está a nuestra disposicion—el hombre encuentra a la naturaleza cruel, despiadada y casi infinitamente práctica. Mi pregunta es ¿por qué nos parece mal el sistema mediante el cual la naturaleza se rige, mediante el cual el mundo se mantiene en perfecto equilibrio a pesar del paso de los milenios? Peor aún ¿por qué nos parece que nosotros no somos, o no debemos ser parte de él? La pregunta envenenada que acabo de hacer resonará en el cerebro de quien la lea...es fácil ¿verdad? Simplemente porque el ser humano es superior a los animales, no se debe comportar como ellos. Esta afirmación, que suena tan lógica, tan llena de sentido, es un arma de doble filo muy peligrosa, un arma tan peligrosa que puede dinamitar nuestra moral hasta el punto de voltearla al revés: quizá ya lo ha hecho. La naturaleza se rige, entre otros mecanismos, por la selección natural, sobrevive el mas fuerte, el mas apto, los débiles perecen. Esta es la piedra angular de la evolucion. ¿Por qué la Iglesia predica en contra de la evolucion? Porque la moral cristiana es una moral de débiles, una moral de esclavos, y a pesar de lo equivocado que en este momento crea el que me lee que puedo estar, desde el mas frio y objetivo punto de vista, es así. La piedra angular de la doctrina de Jesús son las Bienaventuranzas, y precisamente éstas están dedicadas a los pobres de espíritu, a los perseguidos, entre otros; Yo siempre he sido de la opinión de que Jesús fue un adelantado a su tiempo, un fenómeno, un prodigio, un crack, pero la doctrina cristiana que tenemos hoy en día es fruto de miles de años de tergiversación, malinterpretación y por último, aunque no menos importante, manipulación. Simplemente queria decir esto como aclaración. Siempre me ha parecido que el hombre perdió los papeles: dentro de su humildad más que justificada, reconociendo que existe Algo superior a él, creyó que entendía a ese Algo con su corto razonamiento, y se sintió tan preferido por ese Algo que dentro de su humildad tuvo soberbia; el hombre supuso que las leyes de la naturaleza no eran para él, pero sin embargo, muy sutilmente, y aunque a los moralistas no les guste, se sigue rigiendo por ellas en todos los aspectos de la vida: me parece que por eso fracasaron los Estados Comunistas o Socialistas, la igualdad que pretendian es una utopía, los hombres no somos iguales, hay más y menos aptos, igual que los animales y todos los seres vivos. Evidentemente, el gran pecado del hombre es creer que entiende a Dios, mediante libros como La Biblia, El Corán, y mediante otros hombres que dicen que Dios quiere ésto o aquello. Lo buscó en el lugar equivocado y se destruye a sí mismo a causa de eso, perdió el rumbo, y lo que lo hizo ver a Dios—La Naturaleza—la pasó a identificar como su peor enemiga, el Árbol del Bien y el Mal, tambien llamado el Árbol de la Sabiduría, es la demostración de lo que trato de decir. En vez de buscar a Dios en la Naturaleza, decidió “crearlo” a su manera. El hombre sabe que Dios existe, pero ha fracasado en el intento de hacerse amigo de El. Entonces se crea un conflicto: el hombre se adhiere a una moral que le hace negar su naturaleza, y aquí es importante aclarar algo: el hecho de que el hombre viva consciente de que es parte de la naturaleza no quiere decir que el hombre es un ser irracional...precisamente esa es su diferencia respecto al resto de los seres vivos. Habiendo hecho esta aclaracion, yo no promulgo que el hombre debe volverse un “animal” guiado solamente por sus instintos, pero creo que si el hombre buscara un equilibrio entre su parte “animal”—que ni lo abandona ni lo abandonará jamás—y su parte racional estaríamos hablando de hacernos amigos de Dios. Un ejemplo de esto es el tema del aborto. Como casi todos los tópicos, el aborto no es algo absoluto, no es algo que simplemente este “mal” o “bien” y el que no esté de acuerdo y sea cerrado que deje de leer aquí. Un aborto, natural por supuesto, es uno de los ejemplos de la sabiduria de la naturaleza, esa sabiduría que consideramos animal, inhumana, es lo que mantiene el equilibrio en este mundo. El hombre se empeña en conservar, y prolongar la vida, y aquí hay algo muy importante que aclarar, la vida por vida simplemente no es nada, y el gran problema de nuestra moral, a la que están configurados nuestros cerebros, es que una de sus máximas es la vida por que sí. Esto no es así, simplemente porque es antinatural, así como la naturaleza es Vida, tambien es Muerte...El hecho de que seamos maestros en Medicina, conozcamos cada día más el cuerpo humano, no quiere decir que todos los seres tengan que vivir. El título de este ensayo es La Transicion de la Sensibilidad al Pecado, y aquí entra nuestra gran sensibilidad. Que pensaria el que me lee si le digo que antes no habian tantos retrasadosmentales o invalidos? Simple, pensaría que es facil hablar sin vivir esa experiencia, y no me parece una mala respuesta, pero el hecho de que sea bonito, de que nos haga sentir bien, no quiere decir que esté bien que estos seres vivan. Porqué. No sé las demás personas del mundo pero yo nunca he visto, por ejemplo, un conejo con síndrome de down, igual no creo que viviría suficiente para que alguien lo viera. Ahora pregunto, ¿A alguien le parece mal este sistema? Y si no esta mal para los animales ¿Por qué está mal para los seres humanos? ¿No será nuestra sensibilidad lo que nos pierde? ¿No será que esto que nos parece tan correcto, en realidad es el pecado más grande en contra de la Naturaleza, esa Naturaleza que, en definitiva, es Dios? ¿No sera que el querer darle la espalda y negar estos aspectos de nuestra naturaleza humana son los responsables de los desequilibrios físicos, químicos, ecológicos, sociales, económicos, culturales, raciales y de toda clase que sufre nuestro planeta? El Dios de la Naturaleza, el Dios del universo infinito no puede estar de acuerdo con esto, es verdad que ese dios nos dio sensibilidad, pero también es verdad que ese dios nos dio intelecto y razonamiento, y tambien es verdad que nos “incluyó” dentro de una naturaleza en la que no se nos preguntó ningun detalle ni generalidad acerca de su diseño ni funcionamiento, las cosas son como son y punto, y lo mas evidente de la Naturaleza es que es perfecta, de cabo a rabo, desde las nanobacterias hasta las galaxias, y aparte de perfecta en funcionamiento es hermosa, infinitamente hermosa; vamos a amarla, vamos a conocerla, y vamos a aceptarla tal y como es, tal vez si lo hacemos la próxima vez que Dios cree un Universo puede que nos pida nuestra opinión.
“And I’ll never make the same mistake the next time I create the Universe I’ll make sure you participate” -Bad Religion |
posted by RicAngel @ 23:12 |
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