El Sistema Selvático |
lunes, enero 21, 2008 |
Hace algunos días, mientras orinaba en el trabajo, me encontré sin querer navegando por los universos de los sistemas socio-económicos: los que han existido, los que ya han sido olvidados, y mas importante aun, los que han sobrevivido y han sido globalmente adoptados. La mayoría de las personas llama a estos últimos los sistemas que han demostrado ser “exitosos”. El criterio usado para darle ese adjetivo me es desconocido. Como no podía ser de otra manera, “estos” sistemas no son “estos” sino “este”: el capitalismo puro y duro. Mientras me subía el zipper pensaba en el sistema capitalista. En el modelo social y económico que deriva de el, y en los valores en los que supuestamente está basado. La imagen que surgía en mi mente era la de una selva, donde la ley del más fuerte es la única ley existente. Pensé también en sistemas “fracasados” o “utópicos”: Comunismo y Anarquismo. Sistemas preciosos en papel pero impracticables en la vida real. Sistemas donde la selva es una comunidad de personas y no en los que la “sociedad civilizada” es una carrera de animales sedientos de riqueza y poder. Darse cuenta de que el único sistema “exitoso” a nivel global es uno en el que la premisa es “hazte lo mas rico que puedas, sea como sea” y en el que el pan de cada día es la hipocresía, la ambición, la envidia y el egoísmo es para mi, mas que descorazonador, diría que decepcionante. El mundo es una gran selva, en donde todo está permitido, en donde no importa a quien tengas que pisarle la cabeza para llegar a la cima. Curiosamente, esta mentalidad está tan arraigada en nuestro mundo que nos es inculcada desde la niñez. Nos enseñan que debemos tener grandes aspiraciones, que el éxito es todo a lo que debemos aspirar en la vida. Ser un “fracasado”, por otro lado, es avergonzar a tus padres, a tus hijos, es enfrentar la risa a escondidas de tus compañeros de clase, y la mirada condescendiente de tus amigos “exitosos”. ¿La Felicidad? ¿Eso con que se come? Todos en esta vida tenemos talentos, todos tenemos sueños, y todos llegamos al momento de tomar la decisión entre hacer lo que nos hace felices o hacer lo que es “correcto”. El niño que quiere ser sociólogo pero su familia se ríe de el y le dice ¿de qué vas a vivir?, termina siendo un infeliz doctor, ingeniero o arquitecto. El niño que no va a la escuela, porque lo único que lo hace feliz es montar patineta, o dibujar, o simplemente no hacer nada, termina totalmente desmotivado y harto de la vida: un prototipo perfecto de “mala” crianza por parte de los padres y un argumento perfecto para cuando nuestros hijos no quieren estudiar. Estamos tan cegados que conectamos directamente la palabra “trabajo” con “bueno”. La persona que es “trabajadora” es un modelo para la sociedad. Nos inundan la cabeza con historias de Bill Gates, Steve Jobs, Phil Knight, y el que inventó los Post-its. Para nada importa que esas zapatillas Nike que nos ponemos a diario hayan sido hechas por una niña en Indonesia, a la que le pagan 15 centavos al día. Todos queremos ser ricos, todos queremos ser famosos y poderosos. Ahí esta la realización de la vida, el tener una empresa, el “ser alguien”, el ser admirado, envidiado, deseado, ser inspiración para que otro tenga una motivación y atraviese esta autopista a la infelicidad. Para nada interesa si en el mundo hay recursos suficientes para que todos seamos ricos, para que todos manejemos carros de lujo, para que todos tengamos yates y casas en la playa. ¿A quien le puede importar eso? Es más, es obvio que no todos vamos a ser ricos, pero nosotros sí, porque valemos, porque somos más que los demás, porque no somos mediocres, porque leemos a Paulo Coelho, Dan Brown o Isabel Allende y porque vimos “The Secret”. El sistema “selvático” que nos rige es, a la larga –y esto no es ningún secreto—la manera más rápida y eficiente para destruir tanto el planeta como nuestra propia civilización. El planeta ya lo estamos destruyendo, las evidencias de lo que hemos hecho con él y lo que nos espera son espeluznantes. Pero nada de eso parece importarle a las petroleras y a las grandes industrias en general. Probablemente están construyendo una nave para irse a vivir a otro planeta cuando éste finalmente colapse. Con respecto a nuestra civilización, a nuestra maravillosa raza humana, y al increíblemente bueno, compasivo, condescendiente, igualitario y tolerante grupo que formamos en conjunto todas las personas del planeta, si no nos parece suficientemente triste y vergonzoso vivir en un planeta en el que mueren 24000 personas diarias de hambre y en el que la mitad de la población no ha hablado nunca por teléfono, no se que haremos cuando nuestro sistema “selvático” y la no menos selvática actitud con la que afrontamos la vida nos obliguen a luchar por los cada vez mas escasos recursos que vayan quedando en este nuestro querido planeta. Probablemente ni yo ni ustedes estaremos vivos para esa época, o quizás una 3era guerra mundial impida siquiera que el planeta llegue a ese punto, pero al paso que vamos, la guerra por recursos como el agua es inminente e inevitable, y será el principio del fin de nuestra civilización como la conocemos. (Pero… que importa, seguramente si trabajo bastante para convertirme en una persona rica y exitosa, pueda tener suficiente dinero para que mi familia y yo no pasemos ninguna de esas horribles necesidades que vienen.) |
posted by RicAngel @ 21:52 |
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5 Comments: |
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No quiero comentar ningún artículo en particular sólo decirte que admiro tu capacidad para trasladar ideas a la escritura y tan abundantemente. Y algo que te hice decir con Dharma (hija): la base para escribir bien es leer mucho, pero también que a escribir se aprende haciéndolo. Sigue adelante, poco a poco irás encausando tus dones. Darma (mamá)
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Me enrede con los artículos...
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Hola Ricangel,
Hay tantas cosas que te podría contestar, que se me agolpan, intentaré ser conciso.
Una definición alternativa de socialismo: El socialismo o el comunismo es la teoría de que el HOMBRE, no tiene derecho a existir por él mismo, sino que el fruto de su esfuerzo le pertenece a un ente llamado "el estado", que está dirigido por unos determinados funcionarios que deciden qué es lo que se hace con el fruto del esfuerzo del hombre. Por tanto, el socialismo y el comunismo, es sinónimo de esclavitud. Ni siquiera en papel, es una teoría bonita.
Si ahora te paras a pensar, cómo vives, y miras alrededor...todo ese progreso, es fruto del capitalismo. Los grandes desarrollos de la humanidad, desde la revolución industrial, la cadena de producción, los computadores,etc... han sido conseguidos por la EMPRESA PRIVADA. No han sido el invento de ningún funcionario estatal, sino de empresas privadas que compiten entre ellas para ganar mercado. Porque sin esa competición, no habría el espectacular desarrollo que estamos viviendo.
Tu hablas de que se consumen recursos, pero ¿te has planteado que la población también ha crecido?. El capitalismo ha conseguido que hoy se neceisten MENOS RECURSOS, para sostener a una POBLACIÓN MUNDIAL CRECIENTE (hay muchas estadísticas). Y conseguirá que haya tecnologías que no contamien ni emitan CO2 en el futuro: Pilas de combustible, energía solar, etc.... Las empresas harán estas tecnologías realidad.
El nivel de desarrollo actual no ha sido fruto de una fuerza indefinida llamada "progreso" sino que ha sido el fruto de individuos y empresas privadas que desarrollando su actividad en un sistema capitalista han ofrecido a las masas productos y servicios mejores cada día.
Tercer mundo: ¿te has planteado, qué ha pasado para que los países del tercer mundo salgan de la pobreza?. Ha habido varios países que lo han conseguido. No, no han sido las ayudas, ni las donaciones...ha sido un gobierno estable, que haya respeto a la propiedad privada, que deje libertad, y que permita que se COMERCIE. El comercio, el capitalismo, la globalización, ha sacado de la miseria a muchos países: Corea del Sur, Singapur,... y lo está haciendo en otros sitios: Lituania, Estonia. China y la India, están creciendo a medida que sus países se están volviendo más y más capitalistas.
Ningún país ha salido de la miseria gracias al comunismo o al socialismo (mas bien al contrario), sino al comercio y al capitalismo.
El capitalismo defiende al individuo por sí mismo, es indivudualista. Eso no quiere decir que no haya espacio a la caridad ni a la donación de dinero libre. Pero no hay espacio para la coacción y la extracción forzosa del fruto del trabajo del individuo.
La idea del Capitalismo como selva, no es más que propaganda. En la selva, no hay derechos humanos, ni un sistema judicial, ni libertad, que son los ingredientes ESENCIALES del captialismo.
Te recomendaría muchos libros y muchos autores: F.A. Hayek, Mises, Ayn Rand, Nozick, Rothbard, Friedman, Sowell,...
No te dejes llevar por la propaganda, amigo madridista, mira los hecho, mira las estadísticas, ten una mente abierta. Yo era comunista, hasta que empezé a leer libros de economía y filosofía.
Por último, voy a citar un artículo de Carlos Rodríguez-Braun sobre el capitalismo "selvático".
El océano Atlántico no discrimina, y en sus dos orillas refulge el disparate económico. El gran escritor mexicano Carlos Fuentes afirmó que América Latina debe “volver sus ojos a Europa, que nos da la alternativa al capitalismo salvaje norteamericano”, porque en Europa “el mercado no es un fin en sí mismo sino el medio para conseguir justicia y desarrollo”. Ni corto ni perezoso, José Luis Rodríguez Zapatero, el líder del socialismo español, sostuvo que “no hay que satanizar ni glorificar la globalización”, y que “hay que recuperar el protagonismo de la política”.
Empecemos por Fuentes. La expresión capitalismo “salvaje” es llamativa por dos razones fundamentales. Primero porque es literalmente falsa: en la selva no hay capitalismo, y es evidente que el capitalismo necesita ingredientes muy poco selváticos, como la justicia, el respeto por los derechos humanos y la libertad. Y segundo, por una bella asimetría, típica del pensamiento izquierdista: ¿a que jamás ha oído usted hablar del socialismo salvaje? Lo malo, ya se sabe, es el capitalismo.
El modelo europeo como benévola alternativa al presuntamente cruel modelo norteamericano -con menos impuestos y con un paro exiguo- no es más que la expresión del desconcierto y la mala conciencia de los intelectuales antiliberales, que creen seriamente en la superioridad de un sistema que castiga a los trabajadores con el desempleo, por un lado, y con los impuestos, por otro. A pesar de ello insisten en la bondad del Welfare State.
En fin, Carlos Fuentes alega que la alternativa al intervencionismo es el mercado como “fin en sí mismo”, lo que prueba, una vez más, la sistemática y abrumadora ignorancia de los enemigos de la libertad, que masivamente concluyen que como el capitalismo es perverso, por hipótesis, entonces están habilitados para decir cualquier cosa. No obstante, como sabe cualquier persona mínimamente informada sobre estos asuntos, jamás el liberalismo ha concebido al mercado como un fin en sí mismo. Nunca.
Y nunca es tarde si la dicha es buena, y el que los socialistas con Rodríguez Zapatero inyecten en su embotada ideología un poco de liberalismo ha de ser saludado. Ahora bien, les falta mucho por recorrer. Por ejemplo, les falta dejar atrás la absurda idea de que la equidistancia lo resuelve todo; desgraciadamente, no es así, y hay que pensar. No vale escurrir el bulto con una vacua e insustancial tercera vía, y argüir que a la globalización no hay que satanizarla ni glorificarla: pareciera que estamos condenando dos extremos irracionales, desde un acertado punto medio. Y es un error, porque si la globalización significa algo, significa mayor libertad para que los seres humanos se comuniquen entre sí, se desplacen, compren y vendan, ahorren e inviertan. Si esto es así, esto simplemente es plausible, y plantear un equidistante recelo quebranta el viejo principio aristotélico del punto medio, que no era un centrismo mentecato sino la virtud entre dos alternativas igualmente rechazables, lo que obviamente no es el caso de la globalización.
Por último, la consigna socialista de “recuperar la política” es sencillamente un insulto a la inteligencia. Los políticos mandan en España y Europa sobre más del 40 por ciento del PIB de modo directo, y sobre casi todo el PIB de modo indirecto. Aparte del buen sentido ¿qué es, pues, lo que los socialistas han perdido y quieren recuperar?
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Me ha gustado mucho el post y, en general, el blog. http://www.bitacoradunamestra.blogspot.com/
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No quiero comentar ningún artículo en particular sólo decirte que admiro tu capacidad para trasladar ideas a la escritura y tan abundantemente. Y algo que te hice decir con Dharma (hija): la base para escribir bien es leer mucho, pero también que a escribir se aprende haciéndolo. Sigue adelante, poco a poco irás encausando tus dones.
Darma (mamá)