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Sembrar Odio para Cosechar Votos

sábado, diciembre 27, 2008

Panamá, 07.Octubre.2008

Hace unos días, la agencia Inter Press Service (IPS) informó que, en Estados Unidos, el Fondo Clarion, una organización sin fines de lucro que dice “promover la seguridad nacional a través de la educación”, estaba llevando a cabo una millonaria iniciativa (se calcula que a un costo de 50 millones de dólares) para hacer llegar de manera gratuita, incluida en los diarios una copia del controvertido documental “Obsession: Radical Islam's War against the West” (Obsesión: La Guerra del Islam Radical en contra de Occidente) a cerca de 28 millones de hogares en los denominados “swing states”, aquellos estados que podrían considerarse electoralmente independientes y por lo tanto decisivos en los comicios. El portavoz del fondo Clarion, Gregory Ross, se apresuró a aclarar que la intención de su organización no era influir en la decisión de los votantes, algo que por ley las organizaciones sin fines de lucro tienen prohibido hacer. Sin embargo, el Fondo Clarion fue fundado por el creador y productor ejecutivo del documental, Raphael Shore, que también administra el website Radicalislam.org. Hasta que la prensa comenzó a investigar, y lo descubrió, en el sitio figuraba un artículo que proclamaba su apoyo a la campaña presidencial de John McCain.

El documental, que fue estrenado en 2006, ha recibido feroces críticas que lo han acusado de “incitar a la islamofobia”. Una investigación realizada en 2007 por IPS reveló que a su producción y promoción estuvieron ligados varios grupos sionistas de extrema derecha en Israel y Estados Unidos. A pesar de una advertencia inicial en la que aclaran que no todos los musulmanes son extremistas, el contenido del documental –por medio de técnicas clásicas que harían a Goebbels sentirse orgulloso—está orientado a infundir el miedo y la desconfianza en el espectador: es propaganda pura y dura.

Entre los errores, cabe señalar que el documental se afirma que los libros que se usan en las escuelas egipcias exhortan a los niños a asesinar a los no musulmanes y a apoderarse del mundo. Los productores parecen no haberse percatado de que en Egipto cerca del 20% de la población la forman los cristianos coptos (unos 6.5 millones de personas). De ser esto realidad, ¿como han sobrevivido los coptos en Egipto durante miles de años? En el filme, también, aparecen repetidamente escenas de la televisión iraní. En ellas, líderes religiosos exhortan a las masas a destruir al occidente e islamizar el planeta. Precisamente en estas imágenes encontramos el error más explícito de todos: las voces no corresponden a las imágenes, sino que están superpuestas (como suele hacerse rutinariamente con los discursos de Osama bin Laden, por ejemplo). Pero el error es indignante también, pues demuestra que los autores nos toman por ignorantes: las voces hablan en árabe, cuando el idioma que se habla en Irán es el farsi, o persa.

Más allá de que el documental sea un fraude, resulta preocupante que se esté enviando a millones de hogares norteamericanos por una organización que apoya a John McCain. El que alguien se atreva a utilizarlo como arma política y, más aún, que periódicos tan prestigiosos como el New York Times o el News and Observer de Carolina del Norte acepten entregarlo junto con sus ediciones diarias a cambio de dinero es para poner los pelos de punta.

Los musulmanes constituyen casi un cuarto de la población mundial. Acciones como ésta, que incitan al odio, la desconfianza, el miedo y los estereotipos deben ser denunciadas y combatidas si queremos empezar a construir un mundo mejor. El Islam no está en guerra contra el Occidente y nunca lo ha estado. Diría yo que, con el “apartheid” israelí en los territorios ocupados, las guerras de ocupación en Irak y Afganistán y las constantes amenazas a Irán, es el mundo occidental el que parece estar en guerra contra ellos.

posted by RicAngel @ 23:59